Contacté con mi antiguo compañero de la Universidad de Málaga, Daniel Montiel hace ya unos meses. En principio mi intención era visitarlo en la Universidad de Alabama (The University of Alabama) que lo ha acogido dentro del Departamento de Ciencias Geológicas (Department of Geological Sciences) para la realización de su tesis, la cual está dirigida por la Doctora en Oceanografía Química Natasha Dimova. Pero cuando me dijo que vendría a Málaga en julio para realizar algunos trabajos de muestreo que incluiría en su investigación, me di cuenta de que sería una ocasión perfecta para reencontrarnos, conocer mejor su trabajo y planificar el futuro viaje a Estados Unidos.
La investigación de Daniel Montiel se centra en el estudio de las aguas subterráneas mediante el uso de isótopos radiactivos (Radón) para su cuantificación. En otras palabras, mide la cantidad de Radón, el cual sólo se encuentra en las aguas subterráneas, para cuantificar la cantidad de agua dulce que se descarga al mar a través de los conductos y fisuras excavados en la roca.
Pensando en lo que significaba el trabajo de Daniel, me pareció fascinante imaginar que mientras me baño en una playa, bajo mis pies fluye una gran cantidad de agua dulce, la cual pasará a formar parte del agua salada del mar. Es una parte muy importante del ciclo hidrológico, pues estas moléculas de agua esperarán mucho tiempo hasta su vuelta al continente. La principal aplicación de esta investigación es proporcionar datos sobre la cantidad de agua dulce disponible en los acuíferos, pues si conocemos el caudal de agua que fluye hacia el mar y el agua de lluvia que recarga el acuífero, podemos deducir el volumen que se almacena en la formación geológica. Esta información resulta esencial para realizar una correcta planificación urbanística y una gestión responsable del agua, la cual sabemos que es un recurso indispensable para la vida.
El reencuentro fue muy emocionante, compartimos algunas jornadas de trabajo, las cuales dieron como fruto un reportaje fotográfico muy completo, un vídeo documental y nuevos datos para la investigación de mi antiguo compañero de Facultad. Como no, también dejamos algunos momentos para recordar los años de estudiantes y compartir anécdotas, sobre todo de la adaptación a vivir en EEUU, sin duda una experiencia de esas que marcan para siempre.